Presentamos buenas historias para reflexionar en la vida, las cuales van acompañados con sus respectivos videos.
Un malentendido: Perro salva a niño del lobo
En los primeros años de Alaska, una pareja de jóvenes se casaron y tuvieron un hijo después del matrimonio. La esposa fallece de distocia dejando al hijo huérfano de madre. El joven viudo está ocupado con la vida y las tareas del hogar. Como no hay nadie para ayudar con el niño, entrena a un perro. El perro es inteligente y obediente, puede cuidar al niño, muerde el biberón, alimenta al bebé y lo cría. Un día, el joven viudo salió y le dijo al perro que cuidara al niño. Se fue a otras aldeas y no pudo regresar ese día debido a las fuertes nevadas. Se apresuró en volver a su casa al día siguiente. El perro escuchó el sonido y se levantó de inmediato para saludar a su dueño. El joven viudo al ingresar a su cuarto se sorprendió al ver que había sangre por todas partes, y cuando miró la cama de su hijo, el niño había desaparecido. Mientras que el perro estaba a su lado con la boca ensangrentada. El joven viudo al encontrar esta situación, pensó que el perro se comió al niño y se puso muy furioso, inmediatamente tomó un puñal, y lo linchó al desafortunado perro hasta dejarlo sin vida. Unos segundos después, de repente escuchó la voz del niño, y lo vio salir gateando de debajo de la cama, así que levantó al niño, aunque había manchas de sangre en su cuerpo, no encontró ninguna herida. Era muy extraño. No sabía lo que había pasado. Volvió a mirar el cuerpo del perro que estaba tirado en el piso, y se dio cuenta que le faltaba un pedazo de carne en sus patas, y a un costado yacía inerte un lobo con la carne del perro en la boca. El perro había salvado al pequeño niño del lobo; pero fue aniquilado por error. Este es realmente el malentendido más sorprendente del mundo.
Los malentendidos a menudo ocurren cuando las personas son ignorantes, irracionales, impacientes, no piensan, no se comprenden entre sí, no reflexionan sobre sí mismas y se sienten extremadamente impulsivas. Al comienzo del malentendido, siempre se piensa en los numerosos errores de la otra parte; por lo tanto, el malentendido se vuelve cada vez más profundo, y se volverá incontrolable. Si la gente malinterpreta a los animales, habrá consecuencias tan terribles y graves. Pero si el malentendido es entre personas, las consecuencias serán aún más inimaginables.
Controla tu temperamento – Clavos y un carácter impulsivo
Había un adolescente con mal genio, con un carácter impulsivo, con frecuencia discutía con sus hermanos e incluso con sus padres. No lograba controlar su temperamento. Entonces su padre pensó que debía hacer algo para que cambiara, así que lo llamó y le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera los estribos, clavaría un clavo en la cerca del patio trasero. El adolescente aceptó la tarea de su padre. El primer día clavó 30 clavos, el segundo fueron 20, y así, Lentamente disminuyó el número de clavos por día, hasta que no clavó ni uno más. Le resultó más fácil controlar su temperamento que clavar esos clavos. Finalmente, el adolescente pudo controlar su carácter por varios días. Le contó esto a su padre: Papá, hace días que he controlado mi temperamento. Su padre le sonrió y le dijo: – Bien, ahora necesito que hagas algo. Cada vez que controles tu temperamento, deberás ir a la cerca y sacar un clavo. Pasaron los días y el adolescente finalmente logró sacar todos los clavos. El adolescente llamó a su padre para que viera que había logrado arrancar todos los clavos. El padre le tomó la mano de su hijo y le dijo: Muy bien, buen chico. Has logrado sacar todos los clavos; pero si te fijas bien, podrás ver todos los agujeros que han quedado en esas cercas. Estas cercas nunca serán las mismas. Cuando te vence la ira y dices cosas hirientes, dejas una marca como estos agujeros en la cerca. Las palabras pueden dejar marcas en nuestro corazón que no se pueden borrar, no importa cuántas veces pidas disculpas.
Si apuñalas a alguien con un puñal, no importa cuántas veces pidas perdón, la cicatriz siempre quedará. El dolor de las palabras es tan insoportable como el dolor real. Cada vez que estés al borde de perder el control de tu temperamento, recuerda esta historia, tus palabras pueden ser como clavos que dejan marcas imborrables, no importa cuanto lo intentes, podrás retirar los clavos, pero no sus marcas. Pon la iniciativa y comienza a mirar a los demás con tolerancia.
Clemencia: El Soldado discapacitado
Esta es la historia de un soldado que regresa de Vietnam. Llamó a sus padres desde San Francisco y les dijo: “Mamá y papá, estoy de regreso, pero tengo un favor despiadado que pedirles. Quiero llevar a un amigo a casa conmigo”. “¡Por supuesto que es bueno!”, Respondieron “Nosotros estaremos muy felices de conocerlo”. Pero el hijo prosiguió. “Pero hay una cosa que quiero decirles primero. Fue gravemente herido en Vietnam. Perdió un brazo y una pierna, ahora está desesperado. Quiero preguntarles si podría vivir con nosotros.” “Hijo, lo siento, pero tal vez podamos ayudarlo a encontrar un lugar para quedarse”. El padre prosiguió: “Hijo, no sabes de lo que estás hablando sobre una persona discapacitada como él. Causará una gran carga en nuestras vidas. Todavía tenemos nuestras propias vidas por vivir, y no podemos dejar que él las destruya así. Te sugiero que vengas a casa primero y te olvides de él, encontrará su propio pedazo de cielo”. En ese momento, el hijo colgó el teléfono y sus padres nunca más volvieron a saber de él. Unos días después, los padres recibieron una llamada del Departamento de Policía de San Francisco, diciéndoles que su querido hijo se había caído del edificio y dejó de existir. La policía cree que se trata de un caso de inmolación puro. Entonces volaron a San Francisco con el corazón roto, y fueron a la morgue bajo el liderazgo de la policía para identificar el cuerpo de su hijo. De hecho, era su hijo; pero para su sorpresa, su hijo solo tenía un brazo y una pierna.
Los padres de la historia son como la mayoría de nosotros. Es fácil simpatizar con las personas atractivas o conversadoras, pero es demasiado difícil simpatizar con las personas que nos causan molestias e incomodidades. Siempre preferimos mantenernos alejados de las personas que no son tan saludables, hermosas, ricos o inteligentes.
